Querido Mundo, querida Tierra;
Te hablo desde un rincón de tu corteza, una pequeña vida que no puede más. Te mueves demasiado deprisa, ¿no lo ves? Todo corre demasiado, los minutos, las horas, los días, los veranos... La gente a mi alrededor se estresa, se enfada, rebota con cada palabra, y yo no se reaccionar. ¿si todo fuese más tranquilo?... Ya solo puedo sonreir, intentar que todo sea lo mejor en mis cortas horas, pero te pido ayuda, ¡PARA!